¡Sujételo!

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Juan Ezequiel Morales



Oyendo la radio hace pocos días, mantenía una polémica un concejal de urbanismo del partido político Podemos, de Las Palmas de Gran Canaria, con el tertuliano Pepe Moreno, y ante la dureza argumentaria de éste, el edil conminó al director del programa, Mayer Trujillo: “¡Sujételo!”. El exabrupto daba bastante de sí, risa por la ocurrencia y sorpresa por la desvergüenza edílica, evidentemente podemita, que era propio responder con un azote en el tafanario.


En 2015, recién llegado Podemos a las mieles de los puestos políticos, se sabía que este individuo, ahora edil, había sido autor de frases en Twitter, rescatadas en su día por la periodista Cira Morote: "barcos sin honra, cachifas de lupanar, matones de discoteca, no hay forma de hablar de la marina española/repsoliana", o el re-tuiteo de: "el único político español en el que confío es Fidel Castro" o "el 21 de enero de 1793 el pueblo francés se liberó de un Borbón" y adjuntando la imagen de una guillotina.


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Umberto Eco (foto de Wikipedia)


En 2015 analicé el tema con el prisma del semiólogo Umberto Eco, quien había escrito en "La Stampa", que "Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos rápidamente eran silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles". Y seguía: "Si la televisión había promovido al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior", ahora el "drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad". Si vamos a otro ejemplar de este mismo conglomerado de maleantes, Juan Carlos Monedero, en su recientísima declaración como imputado ante el juez, después de que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) detectase que parece ser un presunto agiotista de coimas, en repetidas ocasiones, Monedero señaló al magistrado que él es una persona “prestigiosa”, que es “académico”, y preguntado por el instructor Juan José Escalonilla por su relación con César Hernández, accionista de la consultora mexicana Neurona Consulting, el dirigente de Podemos respondía que Neurona le contrató para “incrementar el prestigio de la consultora”, y que “Yo soy un académico que tiene un prestigio reconocido en Latinoamérica, con un curriculum humildemente poderoso”. Sólo le faltó acudir al manido tópico de la era franquista: "Usted no sabe con quién está hablando". 


Hoy día todos comprobamos que la arrogancia de esta miasma y el uso de la lengua como arma política es planetaria. La lengua es, de hecho, un rehén, para maltratarla como podemitas y raperos haselianos, o para apresarla y convertirla en arma de manipulación. 


Es así que la Unidad de Igualdad, Inclusión y Diversidad de la Dirección General de Personal de la Unión Europea, ha publicado recién un Glosario de lenguaje respetuoso para la comunicación interna y externa para los ámbitos de la discapacidad, el LGBTI+, los grupos étnicos, las migraciones y la religión. La guía indica que son inapropiadas expresiones como "discapacitado”, “minusválido”, “inválido”, "cojo, tullido, lisiado"; "ciego", "tartamudo", que deben ser sustituidas por "persona con discapacidad", "persona con una discapacidad congénita", "usuario de muletas/de un bastón/de un escúter de movilidad/de un andador" o "persona con una dificultad del habla". Consecuentemente debe evitarse decir, por ejemplo: “Voy a ordenar el escritorio porque soy un poco TOC” o “Me he levantado muy hiperactivo hoy", para no aludir ofensivamente a quienes sufren alguna de esas disforias. Las referencias al sexo son ya anticuadas, y redundan en la barbarie lingüística con la que se intenta constreñir la libre expresión: "Género no conforme: Término que se aplica a una persona cuya identidad de género no cumple con las expectativas sociales de expresión de género relativas al sexo que se le asignó al nacer", o bien: "Género fluido: Término que se aplica a una persona que no tiene una identidad de género fija". Es inapropiado decir "sexo biológico", "transexual", "drag queen", "cambio de sexo", "relación homosexual" o "matrimonio homosexual", y debe decirse: "sexo asignado", "persona transgénero", "transición", "relación de personas del mismo sexo" y "matrimonio igualitario". Y sigue el empeño hasta colmar una estulticia sin límite. 


El autor francés André Waroch, de los influidos por el cambio drástico que se observa en una Europa claudicante de su origen, resume el contexto histórico intelectual de estos desafueros, que tienen lugar en el entorno hemisférico europeo: en la Edad Media “los letrados tenían la convicción de una caída inexorable del mundo hacia el abismo, la certeza de un mundo llegado al estadio último de la vejez… el pasado era visto como mejor que el porvenir", pero a partir del siglo XVIII ocurrió a la inversa, con el Siglo de las Luces. Y Waroch estima que, de nuevo, se ha invertido el sentido de la marcha histórica, ha vuelto la decadencia, y "la evolución actual se emparenta de manera sorprendente al proceso que caracterizó la degeneración final del Imperio Romano de Occidente, a partir del siglo III, hasta la deposición del último emperador en 476", un proceso que se caracterizó por: 


A) Un caos étnico en aumento, "después del edicto de Caracalla que acordaba en el año 212 la ciudadanía a todos los varones no esclavos de las provincias, los bárbaros germánicos y los hunos comienzan a abalanzarse sobre las Galias"; 


B) Un gigantismo mortal, "Atacado por todas partes, su economía desorganizada, los efectivos del ejército y de la administración en aumento incesante, el Imperio agobia al pueblo bajo tasas e impuestos"; 


C) Un éxodo urbano. "La población urbana, grupo de consumidores que se alimentan de importaciones, se ve obligada a efectuar un retorno a la tierra"; 


D) Un cambio religioso. "En el año 312, Constantino, primer emperador converso, instaura la igualdad entre el cristianismo y las demás religiones”; 


E) Una regresión demográfica. "La despoblación de algunas zonas es evidentemente una llamada para los bárbaros que sólo tienen que colonizar unas tierras desocupadas”. 


De forma que Occidente vuelve a derrumbarse a toda velocidad, el analfabetismo y lo chabacano inundan una civilización antaño culta, y ya sabemos que "Nihil novum sub Sole", pues en la historia, la barbarie y la exquisitez se turnan. Y ahora toca aguantar y luchar contra estos logreros del "¡Sujételo!".

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