Filosofía y Comercio. Primer Encuentro de Filosofía Intercultura

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Escohotado ezequiel y sadaba 2Antonio Escohotado en su conferencia "Los Enemigos del Comercio", a la izquierda.

 Juan Ezequiel Morales en el centro. Javier Sadaba a la derecha de la foto.




     En enero de 2014 tuvo lugar en el salón de actos de la Casa Museo Pérez Galdós, de Las Palmas de Gran Canaria, un encuentro sobre Filosofía y Comercio en el que, como filósofos, participaron Antonio Escohotado, Javier Sádaba y Juan Ezequiel Morales.



     El filósofo Antonio Escohotado acababa de publicar su tercer libro de la magna obra “Los Enemigos del Comercio”, en la cual, utilizando una metodología de gran relato, había dedicado diez años de su vida a contrastar el comportamiento de la humanidad en cada época para con el comercio, de forma que éste venía a ser una regla de medir éticas, necesidades de intercambio y formas humanas de relación, ya fuera a favor o en contra de las transacciones comerciales. La obra de Escohotado viene a ser como la Ley de la Relatividad frente a la Mecánica Clásica Newtoniana, una ampliación de miras respecto a las formas de análisis dialécticas de finales del siglo XIX y principios del XX detrás de las cuales el marxismo se formalizó y salió a la conquista del planeta provocando una antítesis y la búsqueda, fracasada, de la desalienación del humano.



     El filósofo Javier Sádaba, por su parte, vinculó este tema a su último libro “Etica Erótica”, que luego presentó Juan Ezequiel Morales en el marco del Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Aula de Filosofía Manuel Alemán, y cuyo enfoque amplió el contexto filosófico del comercio a lo que pudiera ser una relativización absoluta de la ética, una vez conocido que ésta parte de un consenso y puede existir tanto dentro de un sistema de valores equis como de un sistema de valores contra-equis.



     Entre estos dos enfoques plasmados en dos discursos, Juan Eequiel Morales expuso, en primer lugar, lo que sería la Filosofía del Comercio para los tiempos actuales, en base a los mimbres ontológicos, sociales e históricos con los que contamos y, de otra parte, el final de la ética como sistema de valores no relativistas.



     En ejemplo, el comercio no puede ser bueno, ni malo, excepto respecto a cuál sea el bien ontológico a proteger, al igual que las bacterias no son ni buenas ni malas, excepto respecto a cuáles de ellas se trate de exterminar: si las que matan el cuerpo humano o las que lo protegen, como ocurre con las que conviven en nuestros intestinos y que son sine qua non, es decir, sin las cuales no podría sobrevivir el cuerpo físico.



     Se finalizó por Juan ezequiel Morales con una conclusión sobre el humanero y una prospectiva acerca del futuro del pensamiento contemporáneo, cercado por los avances post-heideggerianos de la tecnología y la naturaleza depredatoria del ser humano, que tiene en la racionalidad una de sus armas más mortíferas para consigo mismo y, en menor medida, para con su medioambiente vital.



     Los términos comercio, economía y mercado, en tanto objetos de la divagación, se contemplan como una unidad poliédrica que se define en función del punto de vista. Como si hablamos de cuerpo, esqueleto o aparato cognitivo del ser humano. Es como definir partes de un todo.


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