Los ocho velos, según Harkins

|


El periodista Don Harkins, del “The Idaho Observer”, ya fallecido, elucubró con ingenio y precisión, acerca de la forma de cuantificar cuántos despertistas, o humanos que conocen más que el resto, existen. Podemos calcular que, si la hipótesis de Don Harkins fuera cierta (solo es una tentativa estadística imaginativa), en Europa, conforme a su población, existirían alrededor de unos 3.000. 


El texto de Harkins se tituló “Slavery and the Eight Veils”, es decir, la esclavitud y los ocho velos.


Ahí escribe: “A lo largo de los últimos años he desarrollado y descartado diferentes teorías en un intento de explicar cómo es posible que la mayoría de personas no puedan ver la verdad, incluso cuando la tienen delante de sus narices. Aquellos de nosotros que podemos perfectamente ver la conspiración hemos participado en innumerables conversaciones para compartir la frustración de constatar la imposibilidad, para la mayoría de personas, de comprender los tremendamente bien demostrados y probados argumentos que usamos para describir y explicar el proceso de la explotación y la esclavitud global a la que estamos sometidos. La explicación más común a la que llegamos es que la mayoría de la gente, simplemente, no quieren ver lo que realmente sucede en el mundo”. Según Harkins, las mismas personas incapaces de ver el sistema de esclavitud no declarada en el que viven, tienden a tachar de “teóricos de la conspiración” a aquellos que lo ven, lo señalan y lo informan. Harkins manifiesta entender el por qué: “No se trata de que aquellos que no se dan cuenta de que su libertad se está desvaneciendo bajo el liderazgo de esta elite no quieran verlo. Es que, simplemente, no pueden ver lo que les sucede porque poseen, poseemos, una serie de velos sin penetrar que bloquea su visión real del mundo”. 



1973

Don Harkins



Harkins describe entonces esos velos de Impercepción, que conforman procesos de filtrado enceguecedores de los humanos: “Antes del primer velo: Hay casi 7 billones de personas en el planeta. La mayoría viven y fallecen sin haber contemplado seriamente, jamás, nada que no tenga que ver con aquello que les mantiene vivos y les da la posibilidad de gestionar un poco cada día sus vidas. Casi el 90% de la humanidad vivirá y morirá sin haber penetrado nunca el primer velo que les separa de la percepción real del mundo”. Y en el primer velo comienza el recuento: “Poco más del 10% restante son personas que ha conseguido romper ese primer velo, y se encuentran con el mundo de la política. Son personas que intentan ser activas, tomar decisiones, participar en las reglas del juego para intentar mejorarlo. A pesar de eso, las opiniones de estas personas están marcadas por lo que dictan nuestros gobiernos, según sus tendencias partidistas, por la opinión de los expertos, y por otras voces con autoridad. De este 10% restante, el 90% fallecerá sin haber conseguido penetrar el segundo velo”. 


Cuando de forma simple se ha intentado participar y no se ha podido revolucionar nada, estas personas rompen un segundo velo: “El 10% de los rompen el primer velo y penetran en el segundo serán capaces de explorar las mentiras de la historia, la relación entre el hombre, sus formas de gobierno y el significado de las leyes como medida de control. Otro 90% de estos vivirán y fallecerán sin haber llegado a penetrar el tercer velo”. 


Los que han roto el segundo velo y van a por el tercero: “El 10 % de los que penetran el tercer velo serán capaces de percibir que los recursos del planeta, incluidos la gente, están controlados por un grupo de personas y familias muy poderosas, cuyas posesiones, manipulaciones y extorsiones, han servido para fundar la economía global actual basada en la deuda. El 90% de aquellos que rompan el tercer velo no llegarán nunca a penetrar el cuarto”. 


Los penetradores del tercer velo se dirigen, pues, a romper el cuarto velo: “El mundo de las sociedades secretas. Estas sociedades usan símbolos y celebran ceremonias que perpetúan la transmisión de conocimiento arcano que es usado para mantener a la gente ordinaria en una esclavitud política, económica y espiritual, por los linajes y familias más antiguas del planeta. El 90% de los que penetran el cuarto velo, no llegarán nunca a penetrar el quinto”. 


Los supervivientes, se dirigen al quinto velo: “El 10% de los que llegan aquí, aprenderán que estas sociedades secretas y familias poderosas están tan avanzadas tecnológicamente y tienen tantos conocimientos a su disposición, que… sus miembros tienen la capacidad de manipular a las masas con la misma facilidad con la que nosotros mandamos a nuestros hijos a la cama. El 90% de aquellos que penetran el quinto velo, no serán capaces de romper el sexto”. 


El sexto velo, si se llega, lo es por aquellos que: “se encontrarán en un mundo de… seres que parecen sacados de cuentos de ficción y literatura infantil, y que son la fuerza real detrás de las sociedades secretas y los que dictan las órdenes a las mismas. El 90% de este grupo no será capaz de penetrar el séptimo velo”. 


Aun así, hay quien llega al séptimo velo, del que dice Harkins que no lo ha penetrado y no sabe lo que hay detrás, pero sospecha que el que lo ha hecho es una especie de alma iluminada que intenta despertar a los demás, si restricciones: “¿Y el octavo velo? Romper el octavo velo probablemente significa ver la energía pura detrás de la fuerza viva que impregna todas las cosas”. 


Harkins da su veredicto: “si mis números son más o menos correctos, no llega a unas 60.000 personas en el planeta aquellos que a lo largo de su vida serán capaces de penetrar hasta el sexto velo”. Y el resultado de esto es irónico, dice Harkins, pues aquellos que ven la vida detrás de los velos 1 al 5, no tienen ninguna otra opción que percibir a los que han roto el velo número seis como locos, insanos, y paranoicos. De forma que detrás de los dos primeros velos está la mayor parte de la población planetaria, y son los corderitos enviados a las luchas, guerras y contiendas de quienes manejan los hilos. Luego, los que rompen los velos tres, cuatro, cinco y seis, como herramientas poco útiles para el sistema, son atacados y silenciados. Vaya corral que es el humanero actual. El actual, pues ya veremos el desenlace en el futuro.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.