Edición de humanos

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Hablemos hoy de los poderes, no de los deberes. El ser humano es un ser auto-respetante, es decir, que piensa irracionalmente, o sea, cree que es una especie que dispone de derechos humanos instaurados por un consenso o por unas supuestas revelaciones divinas, ambas fuentes dimanantes de válvulas de pensamiento relacionadas con la pulsión de supervivencia. Ello implica que el resto de seres vivos del orbe son de menor interés, en cuanto a la preservación de la vida, que el humano mismo. Y en base a ello el humano acciona, individual y grupalmente. Eso es lo que el ser humano piensa de sí mismo. Pero lo que realmente es el ser humano es un ser vivo existente, que forma parte de una cadena trófica, y que dispone de la razón (que no se corresponde con la verdad) como arma para ordenar y depredar con eficacia el resto de su medioambiente. Es evidente que con esa pulsión el propio ser humano, capaz de utilizar la herramienta racional para modificar su entorno, lo intente consigo mismo: clonando sus capacidades físicas y racionales en máquinas, o bien clonando la totalidad de sus capacidades cognitivas en seres humanos modificados o en cualesquiera otros seres con los que se pueda hibridar. Y en ese punto está.


La cuestión ética es sólo una creencia pasajera que introduce el espejismo de la comodidad y anula la energía de la culpa, y que flaqueará tan pronto la generación de sub-razas y super-razas sea tecnológicamente posible. Por ejemplo, las legislaciones asiáticas y no occidentales son más laxas a la hora de modificar embriones humanos, y cuatro laboratorios chinos ya han experimentado, que se sepa, con la edición genómica de embriones humanos, es decir, la modificación de dichos embriones "a la carta". El primer experimento pionero, dirigido por Junjiu Huang, de la Universidad de Sun Yat Sen, usó 86 embriones fecundados en clínicas de fertilidad por dos espermatozoides y que, por ello, disponen de tres juegos de cromosomas, en lugar de dos juegos de cromosomas, y ha dado con un 50 por cien de genes mutantes corregidos y muchas víctimas colaterales, denominadas en el argot científico "off target mutations". Se inyectó un grupo de enzimas denominado CRIPSR/Cas9 en cada embrión, el cual se dirige contra el gen "target" para sustituirlo por otra molécula. Se logró introducir este ADN en solo una fracción de 28 embriones, después de intentarlo con 86 y, luego, con 54 que sobrevivieron. El experimento, titulado "CRISPR/Cas9-mediated gene editing in human tripronuclear zygotes" se publicó en 2015 en la revista "Protein & Cell", después de haber sido rechazada la publicación por "Nature" y "Science" por sus objeciones éticas. 



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Dr. Junjiu Huang. He is the professor of Stem Cell and Functional Genomics Laboratory, School of Life Sciences, Sun Yat-sen University. He got his BSc in biochemistry in 2004 and his Ph.D in cell biology in 2009 from Sun Yat-sen University. A major area of his interest is how stem cells keep themselves renewal and what factors can induce stem cells differentiation specially. Last year, he was elected the Nature 2015 the world's ten largest scientific figure.



Se acerca el momento histórico en el que el ser humano creará, a su imagen y semejanza, subhumanos o parahumanos biológicos que le sirvan. En marzo de 2006, el salón de tecnología CeBit fue testigo de la propuesta de expertos en Neurología del hospital Charité, de Berlín, que desarrollaron una especie de máquina de escribir mental, manejada por dos hombres que portaban un mecanismo traductor de sus pensamientos: ellos imaginaban movimientos como meter un gol o coger una bola y era traducido por el ordenador gracias a los entre 64 y 128 sensores de un gorro encefalográfico que mide la actividad cerebral; el ordenador se adapta en unos veinte minutos a cualquier persona para configurar su perfil individual y traducir lo que piensa. 


La última entrega de la película Mad Max, nos dio una semblanza, anodina en su discurso, de cómo la maldad y la morbidez pueden alcanzar un grado superlativo. Es una película interesante para quien quiera averiguar la raíz del movimiento denominado madmaxismo, que ha llenado el planeta con una serie de survivalistas cuya vida está enfocada a cómo sobrevivir a una gran catástrofe que, opinan, es inminente. Los madmaxistas, se desenvuelven en un ambiente de caos en el cual, se supone, su dedicación es sobrevivir. Para ellos, prójimo, conocimiento e información, no son fines, sino medios para sobrevivir. Dice un estudioso del madmaxismo: "No hay lugar para la moral si ésta pone en peligro la vida", y sigue: "la mayoría de ellos no se caracterizan por sentir empatía por el prójimo. Algunos madmaxistas se muestran favorables incluso, a dejar tirados a sus familiares ancianos o enfermos, en el caso de que supongan una carga en su lucha personal por la supervivencia. Tampoco dudarían en sacrificar a sus mascotas para comer su carne", y además: "no dudarían en usar la violencia no solo para proteger sus vidas sino también para robar a otras personas en caso de necesidad e incluso de quitarles la vida y practicar el canibalismo con sus cadáveres si hay escasez de alimentos". La indignación de un revolucionario no es la de un madmaxista: "El odio de un madmaxista hacia los miembros de la elite dirigente radica en que ellos disponen de medios de sobra para su supervivencia ¿Por qué ellos sí y yo no?". El colapso que pintan los madmaxistas cuenta con que los suministros de los grandes yacimientos de petróleo se corten, con lo que se produce un punto de escape en el que todavía hay reservas de gasolina, comida en los supermercados, o policía en las calles y es el momento de huir al refugio, pues tras la escasez de reservas empieza el caos en las ciudades, robos, la policía sobrepasada, suministros cortados, bandas que roban los camiones, los trabajos se quedan sin trabajadores, se decretan estados de sitio cuando se puede, edificios y hospitales sin luz ni agua, hambre, los grupos tardíos se dirigen a las zonas rurales, sobrevienen las hordas urbanas, siendo la policía una de ellas, y se inicia el ataque urbano al campo, sangriento, armado y destructivo… y ha pasado un mes. En unos seis meses se ha formado un nuevo sistema feudal, y en un año se comenzará a reanudar la organización, pero con mil o dos mil millones de personas, cuatro veces menos de las que hay hoy. 


A lo que queremos llamar la atención es a la búsqueda de la supervivencia y sus distintas soluciones: manipulación biogenética, ampliación transhumana de capacidades o depredación madmaxista. Pero no desesperemos, hay otras, más exitosas e incruentas.


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