Comienza una noticia de una boda entre la artista Alicia Framis y su novio AILex, y terminan casi enamorados Juan Ezequiel Morales y Claude.
Una breve elucubración acerca de la naturaleza de la razón y la intuición como lo mismo pero funcionando a distintas velocidades
El número de caracteres distintos que puede escribir y el número de estados que la cabeza lectora puede adoptar, son los dos parámetros que marcan la máquina de Turing, de forma que una máquina de Turing 2,3 es la que adopta 2 estados y 3 caracteres. En los años cincuenta, en los que se sabía que la máquina Turing 1,2 no era universal, se planteó cuál sería la máquina de Turing más sencilla con capacidad de cómputo universal, y a principio de los sesenta Marvin Minsky demostró que una máquina de Turing 7,4 tenía esa capacidad. En los años ochenta, Stephen Wolfram, creador del programa "Mathematica", encontró que la máquina de Turing 2,5 era universal.
Para Kurzweil, una simulación potente y precisa no es significativamente diferente de la realidad real, y "las leyes físicas son conjuntos de procesos computacionales", lo que puede significar que "el universo es una computadora". El físico y cosmólogo Paul DaviesFinalmente, el físico Paul Davies usa la teoría de la simulación para desentrañar posibles contradicciones en la teoría del universo múltiple o multiverso: "Si se toma en serio la teoría de todos los universos posibles, incluyendo todas las variaciones posibles, por lo menos algunos de ellos deben tener civilizaciones inteligentes con suficiente potencia de cálculo para simular mundos falsos enteros.
Nuestros experimentos reflejan que el comportamiento de estas tres especies se ajusta mucho a dicho modelo”, lo que demuestra que “diferentes especies utilizan diferentes mecanismos sensoriales y fisiológicos para tomar decisiones, pero, finalmente, todos ellos aplican la misma fórmula”. Esto es una bomba de relojería en la concepción del mundo del albedrío, si se sacan las suficientes conclusiones: el albedrío no es libre, sólo es una ilusión oculta por las leyes de los grandes números.
Pues bien, si todo este engranaje, cuya descripción probatoria está por hacer, incorpora un mecanismo como la reencarnación, valiéndose de ciertos comportamientos del mundo de lo inmaterial e invisible que todavía no llegamos a comprender del todo, en ese caso tendríamos un añadido más: las almas navegan en el tiempo, transmigran de un cuerpo a otro tras sufrir una muerte y mantenerse en el bardo, vuelven a entrar limpias de memoria y empiezan un nuevo ciclo de vitalidad que produce emociones "ad maiorem gloriam" de los depredadores superiores al humano, de esos dioses que han repartido las religiones por el planeta Tierra, y que con esa estructura existencial tienen garantizado que los seres humanos (entre otros) viven, producen el néctar emocional que les interesa y alimenta a sus dueños depredadores, y cuando envejecen y mueren, pasan por un proceso de limpieza y olvido, para retornar otra vez a ocupar una nueva vida que se irá llenando de traumas emotivos que generarán nuevo alimento.Gustavo Doré: Las almas se lavan de sus recuerdos en el río Lete, Λήθη, del Olvido.
Más concretamente, varios estudios intentan explicar que las comodidades hogareñas en las casas de los humanos hacen innecesarias ciertas partes del cerebro de los gatos, cuyas funciones son realizadas por sus dueños: y sobra cerebro, pues el cerebro disminuye trasladando esas funciones al amo, dueño o ser superior en la escala jerárquica. Pues eso: dado que el ser humano, en su gran mayoría pastueño, ya no piensa ni actúa según criterio propio, sino que se deja llevar por los mandatos del pensamiento único disfrazados del mito psicológico de la evidencia científica, gestionada por sus líderes políticos, o sea, dado que el ser humano vive una vida de domesticación, es de prever que el cerebro del humano, como individuos de una masa grupal, disminuya de tamaño, porque el Leviatán ya piensa por él. Oveja negra y ovejas "gilipollas"Al principio del confinamiento global a causa de la pandemia declarada por la OMS en 2020, un video no censurado por la policía del pensamiento, de un pastor francés anónimo, explicaba, teniendo detrás el verde de la pradera en el que pastan sus ovejas, que es primavera, que los cerezos están en flor, y también los dientes de león, todo lleno de amarillo, y comienza su discurso: “Soy pastor y poseo varios miles de ovejas, que me obedecen al dedillo y también con la vara”.
En la guerra clásica a más armas se necesitaban más soldados, pero ya no es así con la IA, pues una vez puestos en marcha los enjambres de “Slaughterbots”, se disparan solos. Lethal AWS advierte de que la selección de individuos a exterminar basándose únicamente en los datos de los sensores, especialmente a través del reconocimiento facial u otra información biométrica, o la que hemos dicho de vacunados/no vacunados, introduce riesgos sustanciales para la selección de grupos basada en la edad, el género, la raza, la etnia, la vestimenta religiosa o los datos de salud: “Si esto se combina con el riesgo de proliferación, las armas autónomas podrían aumentar en gran medida el riesgo de violencia selectiva contra clases específicas de individuos, incluyendo incluso la limpieza étnica y el genocidio”. La nueva coalición alemana, de Verdes y Socialistas del SPD, que había prometido electoralmente acabar con estas armas de destrucción masiva autónomas (en especial Kevin Kühnert, vicepresidente del SPD), se ha limitado a rechazarlas después de ser elegidos, no a prohibirlas.
De los grandes del siglo XX y XXI. He utilizado innumerables veces su obra, la antigua y la más moderna, para justificar ontológicamente que los seres humanos son una población pastueña, seres de enjambre, seres eusociales en la terminología de Wilson, de forma que, por ejemplo, podemos afirmar que la ética no existe, en tanto comportamiento humano y originado en el individuo, sino que es la forma de sentir individualmente una pulsión mental dirigida desde arriba, a lo que llamamos dios o “ius naturale”, según nos plazca, pero que viene a ser la voz interna que refleja las órdenes del ser superior al que pertenecemos sociobiológicamente.
Lo resolvieron y redujeron la lista a nueve genes, y así llegaron finalmente al VMAT2, gen que codifica una proteína encargada de gestionar diferentes monoaminas entre las neuronas, pudiendo el VMAT2 manejar todas las monoaminas simultáneamente, sin discreción. Comprobó Hamer que había dos variantes del VMAT2, dos alelos, de los cuales uno podría ser el “alelo espiritual” (aunque fuera el que se daba en el 28 por ciento de los casos), mostrando efectos de autotrascendencia, tanto generados por homocigosis como por heterocigosis. La investigación de Hamer es más compleja, la relaciona con la teoría de la conciencia humana de Gerald Edelman, y la relaciona con experimentos del gen VMAT2 con ratones y el efecto que en estos produce de inmovilidad e inapetencia.