PROTESTA EN ALEMANIA CONTRA LA GUERRA DEL VIETNAM EN LOS 70

Ya en los años 40, en efecto, surgió el movimiento en torno a la revista “Socialisme ou Barbarie”, de un grupo marxista francés, que duró hasta 1965, liderado por Cornelius Castoriadis y Claude Lefort, del Partido Comunista Internacionalista, y a cuyo grupo pertenecieron luego Guy Debord (el situacionista) o Jean-François Lyotard (el postmoderno).

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Villa malaparte
JUAN EZEQUIEL MORALES


Curzio Malaparte cambió y, proviniendo de un trasfondo fascista mutó en izquierdista, y militó en el Partido Comunista Italiano, llegando a ir a China para contemplar el éxito de la revolución maoísta. Enemigo declarado de la burguesía, falleció en medio del enconamiento marxista que lo poseyó en los años cincuenta. Los autoritarismos son excrecencias formales de las sociedades de masas, que se dan cíclicamente en el tiempo y en la geografía, con sus altos y sus bajos. Curzio Malaparte, con tendencia al autoritarismo, pese a sus discusiones y crisis ideológicas, comulgó con todos ellos, los de derecha y los de izquierda, en medio del “mare magnum” que provocó las dos Grandes Guerras y los equilibrios de una Postguerra con el Telón de Acero de por medio.

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Carlos fernandez liria luis alegre maduro

Juan Ezequiel Morales


La filosofía se ha convertido en una especie de estudio de los estatutos de las comunidades de propietarios, así como la religión pasó de los misterios de la fe a la ayuda a los pobres. Errores fatales, que han demeritado el conocimiento a una mera gestión de lo material, olvidando la transcendencia. Y para ese viaje hay mejores alforjas, mejores disciplinas, como la economía o la política, y por eso es por lo que los filósofos, especialmente los españoles, convertidos, ya no solo en seres aburridos que no dicen nada nuevo sino repasan a los ya periclitados, han quedado en la autoría de apenas mil ejemplares por año, pues han escogido la tarea de emplearse en la liberación del pueblo a través de la gestión de quitar a unos para repartir entre otros y, además, con el lenguaje cobarde de lo políticamente correcto. Un erial, un watercloset. Nada, por lo demás, que no tenga solución.

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Olavo de carvalho

JUAN EZEQUIEL MORALES


¿Qué tuvieron, pues, que hacer los nihilistas? Huir a Occidente, a la Europa Occidental y los Estados Unidos. Ahí, sobre todo en los ociosos medios universitarios, y en base al mercadeo de la culpa, ha pervivido ese mito de que la izquierda, el progresismo, y el desarrollo y defensa de las minorías. Dentro de esas minorías se incardinan, evidentemente, las derivas migratorias y las formas atípicas de sexualidad. Pero toda acción tiene su reacción. Desde 1990, en EEUU y en Europa, se ha generado una defensa de los valores tradicionales que ha dividido esquemáticamente a la sociedad en dos bloques: de un lado los blancos, heterosexuales y patriarcales; y de otro lado el multiculturalismo, los homosexuales-transexuales-bisexuales-intersexuales-queer, el feminismo, etcétera, que, en tanto sujetos políticos, han constituido bloques ideológicos con la pretensión de desbancar del poder y destruir a sus contrarios. Todo ello ha producido una dinámica jurídica de protección y derechos, que comienza a perturbar la convivencia, y a la que se han añadido religiones fundamentalistas y paleocomunistas. La paz que ha reinado durante más de 70 años está amenazada, por pura ciclicidad histórica.


Mark Horkheimer, Herbert Marcuse, Theodor Adorno, Erich Fromm o Juergen Habermas, pilotaron, dentro de la universidad occidental ese principio marxista cultural de derruimiento de toda la cultura tradicional burguesa. Un punto de partida reactivo lo señaló el texto de 1992, de Michael Minnicino, en la revista del “Schiller Institut”: “The New Dark Age: The Frankfurt School and 'Political Correctness”. Ahí se señalaba que la Escuela de Frankfurt ha pretendido destruir la civilización occidental, promovió las artes pesimistas, o propició la industria de la droga.

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